jueves, 24 de febrero de 2011

Aquel que pintaba para tanto




Por: Tomás Espinosa (@TomiEspinosa)

Acabó de ver una gran película. “Good Will Hunting”. Inspiradora. Para resumir brevemente, el film cuenta la historia de Will, un chico superdotado mentalmente, que sus propios miedos, fantasmas del pasado, traumas, etcétera, no lo dejan explotar su verdadero potencial. Se ve atrapado, incapaz de liberarse de las cadenas invisibles que lo atan a la mediocridad y a la infelicidad. Es tan compleja su psiquis que nadie lo comprende. Y él tampoco deja que lo comprendan. Pero… ¿Qué tiene que ver esto con el fútbol?

En principio nada, se puede decir. A primera vista no parece haber paralelos entre la historia de esta película y el juego hermoso que tanto amamos. Pero con un poco de imaginación, si podemos lograr establecer algunas similitudes.

¿Cuántos jugadores, que parecían iban a ser grandes figuras, no han llegado a nada?

Miles y miles. Y los seguirá habiendo. ¿Por qué pasa esto? Muchas veces sucede porque el propio ser no se da cuenta de las habilidades que posee y desconoce su potencial. También puede ocurrir debido a que, simplemente, no le interesa llegar a ser todo lo que le auguran que será. Quizá su escala de prioridades tiene un diferente ordenamiento del que la sociedad y sus presiones le requieren. Quizá sea porque es feliz así. Tan simple como eso.

Cuando pasa esto, de que un jugador que posee un supuesto futuro extraordinario no concreta todo lo que se esperaba que lograra, decimos que desperdició sus habilidades, que las malgastó, que es un “bolud*”, un “pecho frío” y demás insultos descalificadores que no es necesario nombrarlos. Aquí seguramente pecamos de ignorantes, ya que agraviamos sin saber los verdaderos motivos de porque tal o cual tipo desarrolló su carrera de determinada manera.

¿Qué quiero decir con todas estas palabras rebuscadas? Quiero decir que hay que ser cuidadosos y mesurados en nuestros elogios y predicciones a futuro. Las presiones entre las que viven los jugadores hoy, hacen que, muchas veces, no puedan alcanzar su techo, no puedan explotar, que no puedan ser realmente felices con lo que hacen. No todos son igual de fuertes mentalmente, no todos tienen la capacidad de no ser intimidados por el afuera, de no ser coaccionados, de no ser frenados por las imposiciones del resto.

Esta bueno tratar de comprender con más profundidad porque algunos jugadores no consiguieron todo lo que se pensaba que consiguirian. La razón de porque se “quedaron”.

Sacando el tema de que puedan haber tenido lesiones, sacando eso. Pensemos en aquellos que por ninguna razón, aparente, se estancaron en el camino.

Por ahí les pasó como a Will en un principio. Quizá nunca pudieron darse cuenta de lo que tenían, quizá nunca quisieron aprovecharlo, quizá fueron felices siendo lo que realmente querían ser y no lo que el resto de la gente quería que fuera. O fueron infelices por no saber cómo superarse a sí mismos.

La única diferencia entre la historia de Will y ellos, los que nunca llegaron a ser lo que parecían que iban a ser, es que Will si logró ser feliz y vencer todos sus fantasmas, ellos, en cambio, no.

Que cada uno se acuerde de ese pibe que nunca llegó, y si puede que investigue las razones, para no quedarse en simples ofensas. Hay que analizar más a fondo los vaivenes de la vida.

Ficha de Good Will Hunting para el que le interese.

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